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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Los medios de transporte: trenes, coches, motos, barcos... (I)

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A Jair le encantan los medios de transporte, diría que todos, pero en especial los que van sobre ruedas. Hace como casi un año que empezó a fijarse en los coches que pasan por la calle, vivimos a pie de una carretera muy transitada con una parada de autobuses al lado, y ya de bebé, como teníamos el cambiador junto a la ventana le gustaba observar. Poco a poco a ido aprendiendo los distintos nombres que tienen, autobús, coche, furgoneta, camión, tren.... También alucinó la primera vez que subió a un autobús, y a un tren, y al metro! y yo preocupada de como me las iba a ingeniar sola con él en Barcelona, y lo que llegó a disfrutar... El interés ha ido creciendo y ahora tiene montones de coches de todo tipo, éste sencillo (su primer coche), éstos otros, con éste garaje chulísimo que incluye una grúa naranja,  ésta alfombra con carreteras, éste tren de madera con ésta ampliación y éste otro tren, y ésta grúa que es genial! También tenemos éstos muñecos que aunque no son trans

Fauna y Flora Local

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En esta entrada quiero recopilar información sobre cómo acercar a los niños a la Naturaleza Real, en primera persona. A medida que leo y descubro más a Montessori más me enamoro de su "pedagogía científica" en la que resalza la Belleza, sí, esa que se escribe en mayúsculas y nada tiene que ver con la silueta ideal o las prendas que "se llevan" porque están de moda o son tendencia, ya que esto no es Belleza, porque es perecedera y la auténtica Belleza nunca muere. No puede morir un clásico, como no puede pasar de moda la ternura de una madre que amamanta, el amor con el que un voluntario ofrece su ayuda a un necesitado ni la mirada pícara de quien aguarda una sorpresa esperada. Esa Belleza es la que creo que María quería acercar a los niños, no hace falta contar cuentos de fantasía a los niños para satisfacerles sus ansias de soñar porque la realidad supera a menudo con creces la ficción, y porque a edades tempranas los niños se asombran por menudeces que nos

Nuestro rincón de lectura

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Nuestro Rincón de Lectura no tiene ningún misterio. Se trata de unas baldas Ribba de Ikea para exponer cuadros (ahora ya descatalogadas, pero aún se pueden encontrar a la venta las que les quedan en stock) Obviamente, en lugar de cuadros nosotros tenemos cuentos y libros. La idea, una vez más la encontré por primera vez en el blog Tigriteando , me encantó y a finales del año pasado compramos las baldas y las colocó mi marido en una tarde. Más adelante, por el 2º cumpleaños de Jair, unos amigos le regalaron un sillón muy molón y quedó perfecto en este espacio para estar más cómodo al ojear sus libros. Desde entonces trato de hacer una visita a la biblioteca (mínimo 1 vez al mes) y escogemos cuentos para él y libros para mí, poco a poco ha ido familiarizándose con el espacio, sus cuentos, ya tiene sus favoritos, y el mes pasado le abrimos su propio carnet de la biblio, contentísimo que va él jejejeee Tengo que decir que descubrí un grupo en Facebook (ainssss qué me gustan los grupo

Descubriendo "La Magia del Orden" de Marie Kondo

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Acabo de descubrir el libro " La Magia del Orden " de Marie Kondo ( booktrailer ) a través de una chica (edito para añadir su blog y el enlace a su grupo de facebook ) que tras leerlo dice haber reorganizado no solo su casa si no también su mente, deshaciéndose de pertenencias que la unían a emociones y recuerdos tristes, decepcionantes, inconclusos... o sencillamente, como se dice, mala vibra, y es que todos tenemos en casa objetos que o bien no cumplieron nuestras expectativas o bien nos sentimos obligados a mantener en posesión, quién no conserva una prenda que nunca ha lucido, un cd de música que no nos acaba de gustar del todo, ese obsequio que alguien cercano nos hizo pero detestamos... Toda esa carga de energía que no nos hace funcionar al 100% la vamos arrastrando porque está dispersa en nuestro espacio vital que es nuestra casa, y el libro parece que nos ofrece una forma radical de elegir con el corazón abierto sin pensar demasiado, por impulso, lo que realmente d