Sobre apego, desapego, libertad y libertinaje

Parece que fue ayer cuando en una noche mágica de viernes santo comencé mi trabajo de parto.

Parece que fue ayer cuando a las horas te ví salir desde mi interior directo a mis brazos todo sonrosado y expresivo mostrando tu malestar, ya no estabas calentito ahí dentro.

Parece que fue ayer que nos dieron el alta y subimos nerviosos uno a uno los peldaños hasta el 3º y te presentamos tu hogar.

Parece que fueron ayer esas tardes-noches en las que de vez en cuando estallabas en llanto y malestar y por más que buscaba y preguntaba solo me decían que era normal, cólicos, que tal vez alergia a la proteína de leche de vaca que la quitara de mi dieta y observara si había mejoría... ahí tenías apenas 15 días.

Entremedias se te cayó el ombligo (que tengo guardado junto a las contracciones y otras cosas tal vez para tí bobadas cuando seas adolescente y no quieras saber de ellas, como un mechón de pelo que le pedí a la chica que te cortó por primera vez el pelo a los 29 meses, todo el mundo decía que te lo cortara, pero es que para mí tu pelo era especial, mágico, espectacular, increíble... como cada célula de tu ser)

También nos dedicaste tus primeras sonrisas, gorjeos, carcajadas, balanceos y besos babosos que me sabían a gloria

Parece que fue ayer, cuando tras mejorar espectacularmente de tu dermatitis tras eliminar de mi dieta la leche comenzó la pesadilla al iniciar la alimentación complementaria, los desvaríos, las noches sin dormir, mi resistencia a ponerte calcetines en las manos porque interfería con tu percepción sensorial con el mundo que tenías que descubrir, los primeros cuentos de Ikea en los que tú pasabas las páginas con una delicadeza asombrante, la desesperación, la impotencia, la desquiciante resignación de no poder hacer nada por aliviarte, ver cómo te picaba la piel y te rascabas hasta hacerte heridas que sangraban, que se infectaban..... que nos mareaban los médicos, las urgencias en el hospital, los médicos de pago que se contradecían, las farmacias que nos "asesoraban" cada semana, por el módico precio de...

Parece que fue ayer cuando me vine llorando del pediatra con un montón de muestras de leche artificial y una receta electrónica para cuando se me acabaran....
Recuerdo mi insistencia y como dudé, como me hicieron dudar, como la mirada de los demás sentenciaba, me sentí muy sola y muy perdida, no hacía más que leer las recomendaciones de la OMS, de la AEPED, de Alba Lactancia, de La Liga de la Leche, de AEPNAA... no podía creer lo que me estaba pasando...

Parece que fue ayer cuando no podía dejarte ni a sol ni sombra, por si acaso te rascabas, pero es que tú tampoco querías que te dejara solo, aunque estuvieras en el comedor jugando mientras yo cocinaba, porque tú no querías jugar más que conmigo... y te ponía en la ergobaby pero no podía dejarte a la espalda porque no te veía, pero delante no podía hacer cosas como cocinar y aun así lo hacía como podía porque tenía que desayunar/comer/merendar... por suerte a la cena venía papá de trabajar y solía encargarse él.

Entremedias leí sobre María Montessori y me enamoré perdidamente de su fantástica frase "sigue al niño"
Y yo por más que leía y me informaba, no podía moverme, estaba en el sofá, o en la cama, o en la butaca abrazada a tí y dándote el pecho porque no querías comer apenas nada, ni bebías apenas agua y te mecía y arrullaba con mi canto hasta que dormías....

Parece que fue ayer cuando venían a verte y el tema era siempre el mismo, "pobrecito" y yo indignada te me llevaba conmigo a los quehaceres porque no eres ningún pobrecito.

Y mírate ahora, aunque yo insista, hace mucho que dejaste de ser un bebé, cada vez con más carácter, personalidad... esta mañana mismo me he dado cuenta de que me siento más acompañada por nuestra conversación.

Me encanta cuando nos reímos a carcajadas pero no sabemos de qué, cuando te persigo por los pasillos del centro comercial ante la mirada atónita de algunos y divertida de otros muchos, eres una personita y me caes bien, eres divertido, te gusta la música, concentrarte en tareas manuales (como meter los usb en la torre, hacer pedacitos pequeños de plastelina a pellizcos y ordenarlos, desatornillar...), todo lo que tiene ruedas, los colores pero sobretodo el rojo, el azul, el amarillo y el lila, tu casco de bombero, los animales, los cuentos infantiles (sobretodo los de cacas), pero también que lea en voz alta juveniles como La Historia Interminable (ateyu, fuyu... ;)), la pasta con tomate, las patatas, los garbanzos, el brócoli y la zanahoria y el pollo

No podías ser más perfecto, con tu mal genio de las mañanas, tu resistencia a ducharte si no es conmigo, la aún por controlar gestión de tus emociones (hemos de darte ejemplo y muchas veces, con 35 años, no soy el mejor que podría mostrarte... )

Aún con 29 meses que tienes, aún no consigo hacer ni la mitad de cosas que veo en RRSS.
Jair, necesitas contacto constante y en muy raras ocasiones te entretienes si no es en mi compañía, a partir de hace muy poquito que empiezas a sentirte cómodo también con el papa, pero hoy mismo llorabas porque no querías quedarte en el parque con él mientras yo subía y hacía la cena.

Parece contradictorio, por un lado tan demandante y por otro tan independiente; si te vieran como manejas tu bici sin pedales y solo la cogiste 2 ratitos cortos ayer y hoy.... 

Es llegar al parque y sales disparado de mi regazo hacia los niños, sobretodo con los mayores que tú, y si además juegan a la pelota (chutes, canasta, pases, lo que sea) o van montados sobre ruedas (entonces ya es pasión absoluta), hoy mismo te has ido corriendo y te has sentado junto a un grupo de niños mayores (unos 8-10 años) que jugaban a dar chutes contra la pared, y tú ni corto ni perezoso allí que te has plantado, en medio del grupo, y es maravilloso ver como te protegen, te ceden la pelota de vez en cuando, me encanta observarte desde cierta distancia mientras descubres, te asombras y disfrutas de tu libertad.....

Y yo me pregunto a menudo si lo estaré haciendo bien, si hay algo que debería observar, controlar, dirigir... no hago más que leer libros, artículos sobre alérgias, crianza, educación, lo que puedo vamos.... pero te veo tan feliz así que prefiero dejarte descubrir
A veces oigo a una niña que te dice "Adiós pesado!" y pienso en intervenir, pero te observo tan ajeno... solo tienes 2 años, casi y medio, prefiero que tú vayas descubriendo, a tu ritmo

Yo y papá estaremos aquí para acompañarte, para escucharte cuando nos quieras contar, darte respuesta, si es que las tenemos, a tus preguntas, levantarte y sacudirte el polvo cuando te caigas, dejar que tus lágrimas broten y abrazarte mientras tanto, solo esperamos acompañarte de la manera más respetuosa posible

Sobre apego, desapego, libertad y libertinaje... solo se verá con el paso del tiempo, de momento eres respetuoso, ordenado, pacífico, taciturno, observador.... 
Y me encanta como eres

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